Todas las reformas que puedes hacer en tu comunidad de vecinos con ayudas públicas
Están subvencionadas la sustitución de calderas, la instalación de placas fotovoltaicas o las mejoras de accesibilidad para personas con movilidad reducida
Artículo escrito por Jorge Sáenz de Miera, responsable de Avanza Credit en Deutsche Bank España
Al contrario de lo que sucede con los buenos vinos, los edificios españoles envejecen, pero no mejoran con los años. Según cálculos del sector, más de la mitad de los inmuebles residenciales ha sido construido antes de 1980. Es decir, tiene más de 40 años, no cumple con las nuevas directrices del Código Técnico de la Edificación y, mucho menos, puede contribuir a alcanzar los objetivos de reducción de energía que marca la Unión Europea.
De hecho, de acuerdo a los datos que maneja el sector, más de ocho de cada 10 edificios en España son ineficientes y cuentan con calificaciones energéticas -en una escala de A a G- por debajo de la D, mientras la UE busca reducir el uso de energía primaria del parque inmobiliario un 16% para 2030 y entre un 20% y 22% para 2035.
Fondos europeos, ayudas de las CCAA y bancos
¿Y cuál es la solución? Por supuesto, su rehabilitación. Para alcanzar estos mínimos, deberían rehabilitarse en España gran parte de los edificios en los próximos años. Consciente de las dificultades, la UE señala la importancia de ayudas públicas como las de los fondos europeos Next Generation, que pueden cubrir entre el 40 y el 80% en función del ahorro de energía conseguido, o las de planes autonómicos como Rehabilita Madrid, que también puede conseguir hasta un 80% de la inversión en ayudas.
Además, como las subvenciones a menudo suelen percibirse meses después de la finalización de las obras, también está la posibilidad de acudir a una entidad financiera que adelante la financiación previa con líneas de préstamos asociadas a la rehabilitación residencial que permiten avanzar en el proyecto.
Se trata de un proceso ‘llave en mano’ en el que los profesionales de la entidad llegan a las comunidades de propietarios a través de las empresas especializadas en este tipo de proyectos, con una oferta completa que incluye el proyecto a realizar, la ejecución de la obra, la gestión de las ayudas públicas y la financiación privada. De esta forma, la comunidad de propietarios solo se tiene que encargar de la toma de la decisión.
Teniendo todo esto en cuenta, desgranamos las reformas más habituales que se pueden acometer en las comunidades de propietarios para, además de mejorar la eficiencia energética del edificio, mejorar su estética, revalorizar los inmuebles, cumplir con la normativa europea y poder suscribirse a la vez a las líneas de ayudas públicas y a la financiación previa de las entidades financieras.
Las reformas
Para acabar con el excesivo frío de los edificios en invierno y con el calor en verano, la primera y la más evidente de todas pasa por el aislamiento térmico exterior. Al agregar un aislante en las fachadas se minimizan las pérdidas innecesarias de energía, consiguiendo reducir así su demanda de calefacción o refrigeración y también su calificación energética. Además, los sistemas SATE permiten también renovar la estética exterior e incrementar el valor del inmueble.
Y ¿si hay corrientes de aire? La sustitución de ventanas y elementos de carpintería optimiza el aislamiento térmico. Esta medida disminuye también la necesidad de calefacción y refrigeración y contribuye a un hogar más confortable y a unos edificios más eficientes.
Adiós también a las antiguas calderas. La renovación o sustitución de sistemas de calefacción, refrigeración o iluminación, con el objetivo de reducir el consumo energético también están subvencionadas, al igual que la instalación de sistemas eficientes de climatización como la aerotermia.
Del mismo modo, si se busca un ahorro en la factura eléctrica y la autonomía de los hogares, la instalación de placas fotovoltaicas para autoconsumo del edificio también es una de las opciones contempladas por las ayudas públicas para contribuir a reducir la demanda energética de las viviendas.
Por último, si en el edificio viven personas con movilidad reducida y preocupa el tema de la accesibilidad, otra de las reformas posibles pasa por la instalación de ascensores, rampas o adaptación de espacios comunes con la eliminación de obstáculos como escalones, bordes o desniveles.
(fuente idealista.com. Artículo escrito por Jorge Sáenz de Miera, responsable de Avanza Credit en Deutsche Bank España)